5 jardines secretos de Madrid que no le tienes que contar a nadie

1.  JARDÍN DE LA CASA MUSEO DE LOPE DE VEGA. 

Vas paseando por el centro de Madrid y ves una puertecita que esconde un lugar mágico: la casa en la que vivió Lope de Vega. Una joya. La entrada es gratuita, pero tienes que llamar antes para reservar. Lope de Vega pagó 9.000 reales por la casa, en el año 1581 y vivió en ella hasta su muerte en el año 1635. En ella escribió «Fuenteovejuna», «El Perro del hortelano» y «El Caballero de Olmedo». Ah, y si la casa es bonita… ¡El jardín ni te cuento! 

2.  CAFÉ DEL JARDÍN DEL MUSEO DEL ROMANTICISMO. 

Otro lugar inesperado y delicioso. Si además te gustan las tartas, este es tu sitio. Después de admirar en el museo las obras de Lord Byron, de Goethe o de Bécquer, siéntate en este jardín con tu persona favorita y prepárate a gozarlo. Eso sí, no lo cuentes mucho por favor, que se llena. 

3. JARDÍN DEL PRÍNCIPE DE ANGLONA. 

Está situado en la parte baja de la plaza de la Paja, en la Latina; encerrado por altas tapias, y rodeado de ladrillo. Si no te asomas, no puedes ni siquiera sospechar que esa preciosidad esté ahí. Son 800 metros cuadrados de trazado neoclásico, con una estructura diseñada a partir de un parterre en crucero dibujado con setos bajos de boj. Una maravilla, vaya…  Sus baldosas han sido pisadas por el Príncipe de Anglona. ¿No te lo crees? ¡Ve a comprobarlo!

4. EL HUERTO DE LAS MONJAS (JARDÍN DEL PALACIO O’REILLY).

Muy cerca de la calle Mayor, en el número 7 de la calle Sacramento se guarda un gran secreto: otro jardín maravilloso, conocido por pocos y que contribuye a hacer de Madrid esa ciudad llena de rincones por descubrir. Este antiguo huerto pertenecía al Convento del Sacramento, y era el lugar en el que las monjas cistercienses cultivaban sus hortalizas. Actualmente evoca la atmósfera de las clausuras madrileñas del Siglo de Oro. ¿Te lo vas a perder? 

5. LA QUINTA DE LOS MOLINOS. 

Es considerado un parque histórico y fue cedido en 1980 al Ayuntamiento de Madrid. Tiene 25 hectáreas. Tiene tantos árboles que tendrás que ir varios días para recorrerlo entero: almendros, olivos, encinas, pinos, eucaliptos e higueras; entre otras especies. En la parte alta del parque, se ha rehabilitado un palacete diseñado a comienzos del siglo XX. También cuenta con un estanque, un molino y el edificio conocido como Casa del Reloj. Pero, sin duda, lo mejor de este parque es su primavera: sus almendros en flor se pueden disfrutar, dependiendo de la climatología de cada año, entre los meses de enero y febrero. Ya no necesitas ir a Japón: el espectáculo del almendro en flor lo tienes en Madrid. Está esperándote. 

Autora: Escritora madrileña Manuela Manzana para Madrid Guide Tours

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