¿Un buen plan en Madrid? Mañaneo en Malasaña

Malasaña siempre ha sido el  barrio elegido para amanecer, después de noches interminables de encuentros regados con ambrosía. Sin embargo, Malasaña tiene otra cara, más desconocida, pero igual de atrayente.

Malasaña tiene mil caras y nunca se agota. Es sufridora, divertida, alocada, ecológica, vecinal y cosmopolita. Todo eso en un solo barrio, lo  convierte en un lugar único que el visitante no debe perderse. 

Las calles son lienzos en permanente cambio, que dibujan, en tiempo real,  la historia de lo que en las tripas del  barrio sucede.  Pasear tranquilamente por sus calles, es oler a té, a croissant recién hecho en tiendas minúsculas que cuidan al detalle todo lo que producen. Es respirar tranquilidad y silencio. 

El barrio te ofrece la posibilidad de probar auténtica comida vietnamita y china, de encontrar auténticas joyas de ropa vintage que te venderán al peso en un ambiente  donde puedes pasarte horas revisando ropa y probándotela, podrás visitar museos, food markets, podrás hacer un brunch, ir a exposiciones, y hasta comerte un chocolate con churros

Malasaña es personalidad: las fotos de sus calles  han dado ya la vuelta al mundo. La mezcla de librerías, cafés y tiendas únicas resultan inigualables. Los bolardos son el tesoro artístico y urbano mas escondido en sus calles, calles que han sido los platós de más de  30 famosísimas películas. Solo hay una regla que deberás cumplir: disfruta del barrio pero guárdanos el secreto, para que siga siendo un lugar especial.

Autora: Escritora madrileña Manuela Manzana para Madrid Guide Tours